El ser cristiano no tiene por qué implicar que seas de derechas.
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lunes, 8 de marzo de 2010

De tu mano, dejándome llevar.

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos,
enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre » (Lc 1, 46-55).

1 comentario:

  1. Alfonso el Ave María es la canción que más dicha me trae,la pongo diario y revivo con ella.
    Te mando un abrazo!

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